lunes, 27 de julio de 2015

Es hora de ir controlando el crecimiento de la uva, ya camino del Envero, es hora del desniete y el control de la altura de los pámpanos de la vid. Ayer día 24 de julio hicimos el recorrido de rigor, con el miedo de que el pedrisco hubiera afectado a la uva y al viñedo estos día de atrás, a sido este un año extraño, pedrisco de granizo en mayo, las lluvias torrenciales de mayo, la sequedad de abril y los calores de julio, que casi se salen de bochorno con 40 grados muchos días y sin capacidad de descanso por la noche, para nosotros y para la viña. Por un lado vemos una uva que no ha crecido mucho, le falta agua, aunque las viñas tienen una vegetación tremendamente buena y con un color herbáceo oscuro intenso, la planta ha aprovechado el agua del suelo y la uva ha llegado tarde a la absorción del líquido. La uva esta súper sana, tremendamente sana, después de haber pasado todos estos cataclismos y haber rozado el granizo varias veces. De mil racimos solo uno está afectado y solo son una o dos uvas de los hombros, indudablemente las más cercanas al cielo, las más altas, erradicadas estas uvas, los racimos están perfectos. A falta de lluvia poco zumo y mayor concentración polifenolica. Hay que pensar que la viña a de atender primero a las raíces, después a los pámpanos, después a las hojas y al final a la uva, de ahí su menor desarrollo. En cuanto a la poda de nietos y de puntas que ha habido estos días, así como de algunas hojas nos dice que los pámpanos estaban creciendo por encima de los dos metros y se vuelven creando sombra, creando bóveda al viñedo, menos luz solar, menos sol, menos fotosíntesis, menos foto asimilados, menos azucares y polifenoles. Hay que cortar las puntas para no tener sombras. Las cortas excesivas y a destiempo crean malestar en la planta y brotes intermedios que tratan de paliar el crecimiento vertical y la dominancia pica. Ahora el pámpano era excesivo y tiene mucha calidad y cantidad de hojas por racimo de uva, este ha sido el momento. En cuanto a los desnietes, son ramas que consumen y no aportan o aportan el mínimo, es mas a veces molestan a los racimos, sobran, todos los que quitemos dan más vida al racimo, cuidado algunos captan sol, estos los dejamos. Son horas de trabajo pero calidad para el viñedo. Las podas laterales para que el tractor al pasar no las arranque y se forme herida en la viña, como en el humano las heridas tardan en cicatrizar y se pueden infectar, también se quitan las laterales porque dan sombra a las interiores. En cuanto algunas hojas, es pertinente que el sol llegue en algunas horas del día mas suaves a las uvas, para su madurez, hay que pensar que en estos días la viña dará comienzo al envero para correr hacia la madurez. Se busca aire y sol, aunque seguimos a la búsqueda de agua.

sábado, 25 de julio de 2015

La primera vez que fui a la laguna Negra de Vinuesa era un niño ajeno a todo, lo turístico, simplemente gozaba de aquella naturaleza que dios nos dio, en la que mi querido padre supo introducirme. No había ni parkings, solo arriba, por el desgaste de la rodada y recuerdo que ya subía gente por aquella ruta entre caminos, sin señalizar y con gente de frente que se cruzaba en lo más estrecho con su coche. Como ha cambiado el cuento, que hasta nos han puesto un punto de nieve en la sierra, sin nieve, pero con punto, por lo menos en mapa. En mis visitas desde primavera a otoño durante estos 30 años a tan bello paraje he ido viendo más cambios que el cuento de Caperucita, perdón Señora de feroz. Ahora hay un aula de interpretación sensacional, con muy buen gusto, educativa y hecha con sencillez que es como entra en la cabeza del turista, sencillez, y por los ojos. Tenemos carreteras de ida y vuelta unidireccionales, aunque alguna vez he visto perdidos en contra direccion. Ahora hay un parking tremendo y cobran por el parking y por subir con un autocar unos dos kilómetros, indudablemente para que afecte menos al ecosistema. Aquí se lleva a cabo mi lema de, si no se cobra no se valora, ciertísimo. Aun así desde niño me ha gustado subir andando, porque el camino mueve el corazón y el cerebro, los que me conocen saben que el mío se mueve con facilidad. El tramo del parking al parking de arriba donde parte la senda va paralelo al arroyo de la Laguna que casquivano corre y salta como un niño desbocado, siempre más en mayo que en agosto, por lo de la sangre altera, la primavera. Roquedo, piedras morrenicas, ríos glaciares abandonados, espectacular si sabes mirarlo bien. El último tramo hasta la Laguna, tan arreglado hoy, entre pinos y hayas, con hayucos, joder que buenos, perdón, pero me viene el gusto al cuarto de cerebro que me queda. El hayuco no hay más que quitarle la cascara, y pelarlo, buenísimo algo astringente pero sensacional al igual que su harina. Unas escaleras mas, entre pinos centenarios y un “uau” o “guai” o mientras encuentras la respiración, visionando el agua de color negro o verdaceo, debido a los Ibones, con roquedo por doquier signo de las 4 últimas glaciaciones cuaternarias, Gunz, Mindel, Riss y Wurm la última (aquella clase si asistí de ahí mi retención). Mi mente se va 80.000 años atrás y visiona 250 metros de hielo en la cumbre, hielo en las ranuras de los bloques pétreos, hielo empujando la piedra, hielo tan fuerte y pesado con la dura roca. Ríos de hielo y piedra. Hoy no, nada de eso, solo restos de antiguos glaciares, cortes de roca donde en el invierno se asciende con crampones y piolets, ahora en el verano el reflejo del sol con el verdín de los líquenes, cuatro arboles mas dispersos y el sensacional serbal del cazador que en el verano viste flores blancas (más de 200) y en otoño llena de color con su fruto rojo naranja. Hoy todo esta dictado, el camino a la laguna, el camino a las fotos, el camino a la cascada (con precaución entre piedras) o el camino a la Laguna Helada y Larga desde la propia Negra, aun así siempre hay un espacio para esparcirse, corretear entre las rocas y saltarlas, como cuando era niño, como me fluyen los recuerdos, menos estrés, un bocata de la tortilla que mi madre hace, uau, que buena y mi media botella de vino de mi hermano, que siempre lo ha hecho con mucho cariño. Relax para los días de solo Laguna, pero es tan grande el marco, que subir a la Laguna Larga o la Helada o a los picos Zurraquin, Muñalba o el singular Urbion o porque no al nacimiento del jefe, del padre de Castilla y Leon, la columna vertebral, llamado Duero. Dos veces a nado el segundo día de Agosto, la puñetera, fría y cálida a la vez, como la más bella de las mujeres, tan cercana, tan atractiva, tan pura, que en ella los poetas se fijan para escribir sus versos y los abuelos crean sus leyendas, podremos como ejemplo los versos de mi amigo y compañero Antonio Machado y su leyenda de los hijos de Alvargonzalez, lo que no haga la herencia, hasta que la muerte nos separe. Vuelvo sobre el cambio, y esto me entristece, la muchedumbre, no encuentro el silencio, el viento meciendo los arboles, el rumor del agua, el chapotear del la Trucha, que días de pesca aquellos, el barbo tras las cristalinas, las roturas de ramas al paso de los cornúpetas y el sin fin de compañeros del bosque que en silencio hablan, con el ruido enmudecen. Si vais a la laguna haced la laguna, no tonteéis, que se puede disfrutar con el tiempo, con el tiempo, como los ascetas, como los eremitas, sin prisas, viendo a la diosa naturaleza. Sencillo llegar desde Vinuesa en Soria, ahora el camino está muy bien señalizado.