Poda de
Racimos y aclareo de hojas
Partimos de
la base de que una viña es un ente vivo y que sufre, llora, cría sus hijos,
duerme, vive al sol y goza de lo que la madre naturaleza va dejándole como
sustento, o sea que come. Todos sabemos, y esto que voy a decir es mentira, que
la viña tiene dentro de la funda una pepita que es su hija, su futuro, siempre
y cuando la viña sepa gestionar bien su siembra a través de los animales y los
humanos, y he dicho mentira porque todos sabemos que la viña al día de hoy se
hace a través de ramas, esquejes o porta injertos, se siembra en pies, todo por
el bichito la Filoxera, pero esto es harina de otro costal.
Dos cosas me
impactan en la mentalidad de la viña, una es la capacidad de crear hijos hasta
que llega el envero, después paraliza su ánimo creador. Si yo podara la viña
antes del envero, la viña procrearía nuevos racimos, a los cuales aportaría el
cariño que a otros racimos no daría, pero lamentablemente estos racimos no llegarían
a la madurez. Tenemos que tener claro que la poda de racimos es después del envero. Esto que le ocurre a la viña si nos ponemos
en la tesitura de que un humano tiene 2 hijos y uno de ellos muere de forma violenta,
intenta gestionar la creación de otro para el reparto de cariño y quizás el
olvido, pero si esto le ocurre cuando ya no puede procrear lo que hace es
volcarse en el hijo que le queda, no somos tan diferentes la viña y los seres humanos.
Hay que
pensar que la viña se nutre de los azucares elaborados por la fotosíntesis,
glucosa que nos cede las hojas y el ramaje con el tronco y la fructosa que se
crea, a mi modo de ver más en la propia baya, por lo tanto si yo podo y en
menor cantidad de uvas mas aportación individual a cada una de las bayas, ya no
de sacarosa, sino de ácidos y polifenoles.
La otra cosa
que me impacta es la habilidad que tiene la viña para querer, al menos
procrearse, porque tiene la capacidad de crear una cantidad ingente de racimos
que muchas veces no puede llevar adelante. Las viñas de tempranillo algunos
años pasan de los 10 kilos y nosotros los viticultores tenemos que regular
tanto racimo, para que la viña lleve más a menos uvas. Tenemos que tener claro
que tiene que ser al menos en dos veces la poda, si quitamos todo lo que le
sobra la viña puede depresionarse y venirse abajo. Imaginamos que una familia
tiene 10 hijos y tiene complicaciones ya no de económicas sino de cariño, no
llega se diría ahora, a la falta de hijos, la mitad, de forma violenta o accidente,
entra en una depresión difícil de llevar adelante, casi siempre se sale con el
apoyo de la familia de los que están alrededor, pero si el trauma se divide el
dolor también, y todo su amor, todo su
cariño se vuelca en los hijos que le quedan. De ahí que si le quitamos unos
racimos a las viñas ellas atenderán con menos esfuerzo mejor a las que quedan,
mas hay que hacerlo siempre sin violencia y de forma gradual, aunque el coste
sea mayor.
Conclusiones la poda tras el envero y
la quita de racimos en dos veces.
En al
deshojado es el momento, siempre y cuando se tenga cuidado, pues el sol de la
mañana es más sensato que el de por la mediodía y tarde que es más intenso. Se necesita
también valorar la cantidad de sol a rescatar para la fotosíntesis por racimos
de uvas, que ahora son menos, pues propicio para un deshojado leve.
En este
momento las uvas generan más azucares, que mis amigos los técnicos dicen que
van desde los 20 gramos antes del envero a 200 o más en plena maduración.
La acidez
desciende, sobre todo la málica y la cítrica, sin que se vea variación en la
Acidez Tartárica, eso lo iremos viendo en los análisis de uva y de laboratorio.
La madurez
fenólica comienza, aunque esta está vinculada al azúcar y en su trasformación
en el futuro alcohol. No hay una madurez real fenólica hasta que la uva no pasa
en su trasformación de 11 grados alcohólicos.
En cuanto al
agua entiendo que es el momento propicio, cuando más tarde más cerca de la
vendimia, cosa que no nos agrada a los viticultores. Este año a sido especial
en las temperaturas y la falta de agua, tendremos que tener cuidado porque
siempre me han dicho que altas temperaturas, sol incidente en la uva y estrés hídrico
pueden llegar al ocaso fotosintético.
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